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He de abrevar


He de abrevar en penumbrosa noche
que ha derramado su visión profunda
entre los hombres que se abrieron surco
para lograr embellecer la altura
de aquella noche que en su confidencia
les dio el secreto que jamás dibuja
algún mortal que en un penoso aplauso
quiere enmarcar su coloquial fisura
sólo en su sombra la jornada puede
enriquecer el manantial que busca
dejar sus gotas en la madrugada
cuando la estrella apareció en la bruma
en esa luz que recitó el poeta
esclarecer la singular ventura
de quien en rayos de su sol camina
pero en la espera de estelar figura
pudo encontrar la misteriosa perla
de aquella luz que le encendió la luna


   
 
1
 

Luz en la noche


Luce en la noche mi candil que anuncia
grata presencia que su luz encierra
y en la orfandad de las oscuras voces
revitaliza la bondad que sueña
grandes verdades en la augusta noche
que se mostraron con su voz de estrella
y resurgieron en la luz del surco
que aún en la tarde con sus ojos vela
creo en la paz que me anunció el pesebre
junto a aquel niño cuyo fuego estrena
mundos diversos que abrevaron vida
en ese parto de la fiel doncella
creo en la fuerza que encerró mis pasos
para enjoyar a la pequeña cuesta
con los caireles que mostraron brillo
y en los vaivenes de sinuosa brecha
sé que la tarde en su bendito ocaso
es contemplada por algún poeta
que ha descifrado en su secreto íntimo
las melodías que golpearon puertas
para vivir su plenitud de gracias
y conocer su recital de fiesta


   
 
2
 

La gloria anticipada


Es la pascua la gloria anticipada
y la espera triunfal de aquella cima
que en la cruz y en el Gólgota encontrase
la vertiente que anuncia lo que afirma
los verdugos tejieron la corona
y clavaron los miembros del Mesías
ignorando que allí se realizaba
la propia salvación que ellos tejían
con íntima obediencia el Hijo santo
a su Padre en amor le respondía
y a los hombres hambrientos de su pan
con enorme piedad los redimía
sintió la fortaleza de su madre
cuyo amor con la sangre se vertía
por salvar a los hijos que en la cruz
recibieran el llanto que sufría
y el Señor ya cumplida su misión
al Padre se entregó cuando moría
y pagando el rescate salvador
recibió finalmente aquella herida
donde el agua brotara con la sangre
y la muerte engendrara nueva vida


   
 
3
 

Estampas de la viña


Instantes de la viña y sus racimos
madurando en las voces de la planta
y anhelando entregar el vino nuevo
que cobije la sed en su labranza
multiformes sabores de su fruto
que permiten beber lo que se labra
y ofrecer la alegría que se apresta
a mostrar lo auroral de aquella zafra
que nace en la vorágine del surco
y germina en la luz de la posada
convirtiendo los aires otoñales
en fértiles aromas que señalan
la belleza del tronco de la vid
que guarda en su rincón sutil aguada
y permite a la fruta de su seno
ver su pura eclosión ya restaurada


   
 
4
 

He buscado la paz


He buscado la paz que fue entregada
en Belén por el niño allí nacido
en quien todos los hombres han bebido
el agua que surgiera allí postrada

y he buscado el amor que fue portada
del hermano que sufre y ya vencido
recaló con su drama escarnecido
y aguarda la respuesta esperanzada

no puede en su pureza con su mano
salvarse de un mortal advenimiento
en piadoso flagelo el sobrehumano

que busca conquistar su nuevo adviento
si camina en el campo que profano
no logra encarecerle aquel sustento

sólo resta guardar esa mañana
del destello infinito y su sosiego


   
 
5
 

El silencio en María


Fue el silencio el recinto que inefable
guardara tu purísimo misterio
en aquellos maitines de tus pasos
que exigieron velar por tu secreto
fue el silencio tu canto enamorado
que postrada entonaste ante tu dueño
la copa de cristal que en plena fiesta
ofreció cual melódico instrumento
la exquisita belleza de tu gracia
que tuvieras crecida desde el Verbo
las palabras callaron para hablar
con la mística voz de tu silencio
y él creció contemplando en lo más íntimo
de tu ser el sublime pensamiento
en que Dios a tu alma se abajara
por vivir en la gloria de tu seno


   
 
6
 

El día después


Cuando mis horas se apagaran
habré llegado hasta la cima de mi sueño
donde el Señor que me ha creado
me ha preparado su bellísimo aposento
he caminado suspirando
por encender aquella luz que en lo secreto
me hubo llamado sin descanso
para lograr mi despertar en nuevo techo
ya mi retina podrá ver
las maravillas que se esconden en el cielo
esos frutales que el Señor
hubo plantado en el Edén que fue su huerto
podré asir con la mirada
la verdadera dimensión de aquel estreno
podrán mis ojos encendidos
ver en los ojos de mi Padre su misterio
y a mi Señor glorificado
que en una cruz quiso morir en el silencio
y al Santo Espíritu de Dios
que fue mi huésped transformado en mi hospedero


   
 
7
 

El alfarero


Con fervor ha labrado el alfarero
la arcilla que sus manos amasaron
empeñado en hacer lo que soñaron
sus visiones de orfebre y jornalero

ha logrado plasmar en su granero
la vasija que tanto demandaron
realizar con su arte y encontraron
una espléndida pieza en propio alero

la vasija es la pieza protegida
por aquella versión del contenido
que la llena de orgullo en su fachada

cuando vio que encontrara allí su nido
el agua que lustral fuera guardada
para dar de su luz al que ha nacido


   
 
8
 

Divino precio


Divino precio que embargó mi vida
en un atuendo de preciosa médula
para alabanza del autor que ofrece
los utensilios que buscó mi tea
sé que la historia sin su Dios no canta
y aunque camine su pasión se mezcla
con avatares que su rostro hieren
y su tonada el aguijón desecha
divino precio que el camino busca
para encontrar al ruiseñor que vela
por el sendero donde yo lo encuentro
cuando he sentido su aletear de fiesta
sé que la vida su misterio danza
cuando conoce su pequeña cesta
y siendo pobre en su gemido débil
ha de encontrar la sinigual riqueza
del trigo bueno que cayó en el surco
para sufrir lo que su vida cuesta
y sepultando la del hombre viejo
renace el hombre que encontró su tierra


   
 
9
 

El aroma del misterio


Sentí el aroma del misterio
pude intuir las maravillas de su mundo
las insondables realidades
que son primicias de aquel tiempo que procuro
sé que las voces de la gloria
no puedo verlas con los ojos y pronuncio
aquella simple complacencia
con la verdad de aquel misterio que yo alumbro
sólo en mis versos puedo hablar
similitudes con los aires que descubro
y con humilde majestad
ellos me sirven con la fuerza de su rumbo
no puedo ya calmar mis ansias
de conocer aquel secreto que vislumbro
porque mi vida se endereza
por encontrar aquella senda que yo busco
y derivarme hasta mi pórtico
donde ingresara hasta beber lo que dibujo
en la inocente sensación
de ver el sol cuya fragancia yo pregusto
y respirar aquella brisa
que me regala en su candor el aire puro


   
 
10
 

El árbol que naciera


El árbol que naciera en la inocencia
fue elegido cual trono de justicia
cuando fue condenado por malicia
el augusto Señor de la clemencia

y anudado a maderas de inclemencia
padeció su martirio de injusticia
buscando redimir toda malicia
desde el hondo clamor de su inocencia

no ha podido el ingenio en esta vida
medir el infinito amor callado
que me entrega el Señor con su partida

y sabe que jamás hubo encontrado
semejante fulgor que me convida
a vivir y a morir en su entramado


   
 
11
 

Creo en la majestad


Creo en la majestad de aquella aurora
rociando con sus pétalos mi campo
vivo las alternancias de las almas
que navegan buscando su descanso
nace la luz del astro en cuya senda
surgirá la creciente de su rango
canto las alegrías de la historia
cuando rigen melódicos estrados
ríos del agua pura me sumergen
y amenizan joviales los espacios
clamo por descifrar en mis corales
la bebida que entona algunos salmos
sé de la salamandra con su leño
y el calor se aproxima hasta mi barco
veo que las estrellas se encendieron
cuando muere en fulgores el ocaso


   
 
12
 

Clamores de mi alma


Clamores de mi alma van diciendo
taciturnas jornadas sin desvelo
por hundir las razones de mi celo
en la historia que nueva va eligiendo

los antiguos caminos encendiendo
pajonal de inquietudes y el anhelo
de empeñarme dichoso en aquel celo
que permitan mis horas padeciendo

voy buscando barcazas en la playa
que acumulen mi carga en aquel puerto
que me aguarda sabiendo que mi talla

no puede almacenar mi propio huerto
y renace el velero cuando ensaya
recalar en la orilla que yo advierto

mientras tanto es el viento que en mis alas
impulsa la pasión de mi silencio


   
 
13
 

Clamo por esa fe


Clamo por esa fe que ve madura
la verdad que no alcanza la mirada
y eterniza su luz en la velada
que permite enjoyar la desventura

es la fe la visión que me procura
el Señor que anunció con voz postrada
la preciosa vertiente que me es dada
por beber en la noche el agua pura

cuando surge el insólito momento
de enfrentarme al misterio y su secreto
me atraviesa el vacío y su lamento

y al sentir las espinas de ese reto
me recojo en la fe que en su portento
enciende ese candil donde me aquieto


   
 
14
 

Cautiverio del alma


Cautiverio del alma aquel pasado
que recorre entre grietas su destino
anhelando beber el pan y el vino
que alimenten el tronco desechado

y al sentirlo entre vértigos postrado
encamino las voces de ese trino
a entonar en el viaje peregrino
gratitud al autor de lo creado

el tiempo de la gloria venidero
prepara mi bajel para su hora
y camina en un plácido sendero

buscando recoger lo que ya aflora
del futuro en el cauce ya postrero
que origina la paz que el hombre implora


   
 
15
 

El aroma de mi rosa


Canto el aroma que nació en mi rosa
siento la fuerza de aquel denso fuego
que fue encendido cuando dócil brego
buscando el cielo en la quietud que esboza

contemplaciones donde el hombre goza
el aire puro que engendró mi apego
a remontarme cuando corro y juego
por aprender lo que enseñó mi glosa

sé que la noche en coloquial bandeja
va generando y matizando versos
que el hombre experto al encontrar festeja

pues el dolor de recibir adversos
aquellos tiempos cuya voz se aleja
claman por días de aletear inversos


   
 
16
 

Bello jardín


Bello jardín del tiempo aquella aurora
que nace floreciendo en su jornada
de múltiples arpegios inundada
y rosales que anuncian lo que aflora

viven amaneceres que en su hora
mitigan el dolor de una estocada
y deleitan al hombre en su portada
enjugando el rigor de aquel que llora

la ferviente experiencia en quien camina
lo lleva a recorrer gloriosos pasos
motivado en el canto que termina

y dibuja en su estampa aquellos trazos
que permiten vivir lo que adivina
la fuerza y la pureza de sus brazos


   
 
17
 

En la vertiente


He querido beber en la vertiente
y he buscado entonar voces de gloria
en el marco callado del desierto
y en la tenue aspereza de mis horas
he bebido los sorbos de aquel agua
que no sabe llenar toda mi copa
y he buscado empeñar mi vida entera
anhelando porciones en mi choza
no supe comprender la melodía
que ignoró con las voces ciertas notas
se esfumó de los aires que aguardaba
implorando con versos tanta estrofa
y he querido por fin en la esperanza
corretear por las calles de mis coplas
hasta verme sumido en el concierto
que ha llenado de paz tanta zozobra
y pude reservar aquella música
en el íntimo cuenco de mi sombra


   
 
18
 

Aquel árbol de la cruz


Aquel árbol crecido en el calvario
fue el trono donde Dios ancló a su Hijo
donde pudo el Señor de nazaret
entregarse salvando a sus amigos
el espacio de luz que en dura sombra
ilumina tinieblas que han gemido
y el ciervo que sufriera sus heridas
pronuncia la palabra que ha querido
trasladar a los huecos de la tierra
la gloriosa beldad desde su nido
anunciando celestes primaveras
y entonando en su ser dichosos trinos
donde canta el amor enamorado
al hijo que ya nace redimido
enseñando a los hombres que la gloria
plenifica la gracia del bautismo
porque Dios regalándonos su sangre
fue capaz de morir por su designio
de buscar que el esclavo se transforme
en un himno de amor llamado hijo
y María en la cumbre de la roca
nos rescata a las puertas del abismo
y se queda en la casa del apóstol
a quien Dios le ordenara aquel destino

 
19
 


de cuidar a la madre de Jesús
y dejarse enseñar como los niños


   
 
20
 

Alumbra el tiempo


Alumbra el tiempo en mi fugaz jornada
la augusta estrella que nació encendiendo
esas verdades que se van diciendo
y proclamando cual punzante espada

que llega a fibras cuya voz sagrada
entona salmos cuando va aprendiendo
las maravillas que se van haciendo
en esa estampa de la flor regada

es el misterio del autor que pinta
bellos paisajes en la mente pura
y reconcilia la verdad encinta

que ha de dar luz con singular frescura
a tanta vida que corrió en la tinta
de grandes libros en su miniatura


   
 
21
 

Vive el bosque


Vive el bosque su belleza
en las voces de los árboles
y en el curso de un sendero
que me lleva por los aires
sé que el pájaro cantor
no trepida en su coraje
y allí teje su concierto
con su voz y su plumaje
siempre anuncia el ruiseñor
que me aguarda en cada tarde
para darme su palabra
y brindarme su hospedaje
sé que el árbol que yo busco
se perfila en mi pasaje
para ser aquella sombra
donde intento el abordaje
el espacio de mi bosque
corretea hasta los valles
y yo vivo esperanzado
en hallar mi propio anclaje
en su aurora que ilumina
y en las voces de la tarde


   
 
22
 

El desmonte


Vi que el desmonte descubrió en silencio
la tierra fértil que le abrió sus brazos
para guardar en su canal secreto
el alimento que sembró mi paso
pude saber que en torrenciales lluvias
el surco vive su glorioso espacio
cuando ya surge de su cuenco puro
aquella siembra que llenó mi vaso
llora aquel árbol que vivió su muerte
decapitado por furioso tajo
y vive el hombre que anudó su muerte
para encenderla con el trigo blanco
vive la tarde el festival de lluvias
cuando las aguas mi jardín regaron
y la fragancia de la flor anuncia
el nacimiento de frondoso tallo
quiero beber en la celeste cima
los rosedales que en su tez se alzaron
para dar pronto una cabida al hombre
y enaltecerlo en fervoroso canto


   
 
23
 

Surcan los vientos


Surcan los vientos esa bella tarde
amanecida con la lluvia mansa
y recopilan en su marcha adusta
pétalos puros de la rosa blanca
arden los aires cuando el astro surge
alimentando con su luz mi fragua
que en cada chispa de su fuego atiza
esos recuerdos que encendió mi brasa
oigo rumores que en el laberinto
tejen canciones que mi lengua canta
cuando descubre que sus notas dicen
las alegrías que vivió mi barca
montes esbeltos en su melodía
se enseñorean como voz del arpa
cuando su nieve desleída viste
su verde alfombra que nació en mi carpa
viven los lirios entonando puros
esos destellos que guardó mi alma
para imitar los singulares cánticos
que derramaron en humilde estampa
sé que la vida cual preciosa antorcha
anima el fuego que encendió mi lámpara


   
 
24
 

Siento el galope


Siento el galope del viento
que arremete en mis portales
veo la lluvia copiosa
en la luz donde se abre
el surco buscando el agua
que encuentra sus manantiales
sé del arroyo del alba
que invita a buscar mi calle
y a conquistar la jornada
nacida en hermoso valle
donde se mecen las horas
desgranando mis frutales
y surge con su inocencia
el canto de tantas aves
que despiertan en la aurora
y descansan en la tarde
adentrando en su tonada
notas que alumbran y caen

y lejos, en el espacio
una estrella que me guarde


   
 
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