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Contemplar...


Contemplar es callar, hacer silencio
meditar la sublime melodía
las palabras del Verbo que proclama
el secreto de larga travesía
contemplar es orar ya sin palabras
y mirar esa humilde diaconía
de Jesús que se entrega en amor vivo
por librar el dolor de mi agonía
contemplar es amar y para siempre
con el brillo del sol del mediodía
a quien dio por salvarnos de la muerte
su vida, su piedad y su alegría
contemplar es cantar con el espíritu
y danzar ese ritmo que a porfía
reclama el hacedor de nuestro tiempo
que me envuelve en los brazos de María
contemplar es llorar todas las faltas
y confiar que Jesús nos redimía
cuando en alto madero ensangrentado
ofreció la suprema teofanía
contemplar con los ojos de la fe
es propio del que pasa en esta vía
mientras ve pensativo su misterio
y aguarda la belleza de aquel día


   
 
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Contemplando


Camino en la espesura de mi canto
y encuentro lucernarias que iluminan
señalando esperanzas de ese encuentro
con la meta que es gloria apetecida
el sendero prodiga bendiciones
que permiten descanso en la fatiga
el Señor que creara mi existencia
conoce los vaivenes de la vida
y sabe que su Verbo misterioso
salvó la creación de su caída

no me canso de andar en matorrales
o beber del peligro que me acecha
no dudo del amor que me sostiene
en los arduos esteros que me apenan
por recodos de roca mis pisadas
ya no pueden hundirse en la marea
se detienen mis ojos extasiados
en paisajes de amor y de belleza
mis oídos escuchan con el alma
las voces mesuradas que se expresan
y mis manos levantan hasta el cielo
mi honda gratitud a quien espera


   
 
2
 

El alma


El alma, ese misterio regalado
anima con su vida mis sentidos
es morada del Dios itinerante
que descansa mi sed de peregrino
la casa del amor que fue llamado
a entregar su riqueza en el estío
receptáculo puro que apacienta
confidencia de hermanos y de amigos
morada de los hombres que supieron
ingresar por su puerta atardecidos
cenáculo que vive entre verdades
manantial que ha regado mi destino
vertiente de canciones de alabanza
y fuente que da luz al que ha sufrido
mi alma aquella perla enmudecida
cuando vive en el sol de quien es nido
los ojos del espíritu contemplan
las riquezas que expresan sus latidos
y yo vivo en profunda complacencia
el amor, ese sueño inmerecido


   
 
3
 

El sediento


Yo conozco la sed de la montaña
encumbrando mi vida en alta cima
recreo el caminar del que descansa
cuando logro cansarme en la subida
esa sed del que llega polvoriento
a la fuente que sana toda herida
se sumerge saciando a borbotones
su pasión por beber el agua viva
sus gotas que purísimas regaran
el sencillo vergel en que palpitan
recogen con amor al que sediento
revive la confianza en la fatiga
la simple saciedad del agua pura
es música y es paz y es alegría
la suerte del sediento atribulado
se torna en el oasis que lo anida
el dolor es la sed del caminante
y el amor es el agua de su día
el llanto de sus ojos lo estremece
y es consuelo beber la paz bendita
la muerte le provoca incertidumbre
y la vida es el canto que recita
la densa oscuridad de la tormenta
con el sol sus relámpagos disipa

 
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la cruda realidad de sus angustias
se redime en la tarde en que respira


   
 
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La soledad


I


Soledad el espacio ensimismado
que acompaña la senda en sus umbrales
diagramando en bocetos el futuro
o en vestigios que ayer fueron su engarce
recordando pimpollos de una rosa
en que surgen sublimes manantiales
añorando felices algún sueño
o llorando la muerte en mis portales
hilvanado eslabones de algún río
o sintiendo al ocaso horas frugales


el espacio ganado en soledad
me permite rumiar en la palabra
episodios que emergen bulliciosos
sedientos de una luz que los consagra
soledad aquel tiempo descubierto
inundado del brillo que no pasa
y también el vacío aletargado
jadeante entre el dolor y la esperanza
desafío que el hombre en su carrera

 
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percibe en los jardines de su casa
en repliegue que nutre la aspereza
y en momentos que ahogan la confianza

II


no existe soledad sin hombre solo
existe soledad en la figura
de quien puede gemir su desconcierto
procurando sonidos de la bruma
intentando afianzarse acompañado
o asumiendo morar en la espesura
respondiendo preguntas sin respuesta
o escuchando respuestas en la altura
esgrimiendo paciente las espinas
o aguardando la fuerza de la lluvia
entonando en rincones su nostalgia
o habitando en los cuartos de la luna


soledad el camino de la vida
espejo de la propia trascendencia

 
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el gozo del hallazgo no pensado
en medio de curiosas resistencias
latido inabarcable al semejante
y llanto que reclama su elocuencia
gozoso interrogante de esperanza
y abismo que me lleva hacia la ausencia
gloriosa densidad alucinada
y también dolorosa su experiencia
vacío acrisolado por el mar
o vasija sin sol de una presencia

III


soledad descifrada con la vida
en hallazgos de rica contextura
en palabras de amigos que alimentan
y señalan la hora ya madura
en caminos que llevan a una cima
o en alguna palabra que apresura
en la voz atisbada en alto cielo
asentando perfecta envergadura
soledad el camino del encuentro

 
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de ese encuentro logrado en la hendidura
la piel que me recubre y me invade
no invita a recostarse en su textura
y el amor que me impregna estando solo
recrea con pasión la senda pura

soledad es la gracia de la vida
que aprende a transitar sin amargura
caminando una cuesta verdadera
anclando en el Señor y su armadura


   
 
9
 

Soy soñador...


Soy soñador de aquellos sueños
que descubriera entre mis sueños vacilantes
y sembrador que en cada surco
busca dejar esa palabra que se expande

el campo vive alimentando
ese vergel que en la semilla se debate
iluminado por el sol
y entre las gotas de la lluvia de la tarde
encierra espléndido tesoro
que nunca el hombre imaginara en sus afanes
culmina el tiempo y la cosecha
es la canción en que la tierra se deshace
al dar a luz nueva semilla
y al entonar su gratitud en el follaje

viven los campos cuando lloran
por la alegría de aquel fruto amamantado
cantan los pájaros que aguardan
en la semilla su alimento agazapado
gozan los hombres que pusieron
tanta pasión en la simiente recostados
con la esperanza de frutales

 
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que les devuelva la riqueza que han sembrado
vibra la tierra entre las flores
sangran los surcos por vivir el nuevo parto
y en el descanso que se imponen
saben que pronto sufrirán nuevo cansancio
la tierra fértil sólo canta
cuando es cortada con el filo del arado
y sólo busca placentera
dar de su vida a la simiente que han plantado
en el silencio de la trilla
sueña con tiempos que aparecen ya cercanos
de florecer cual manantiales
en las espigas que alimentan con su grano

soy soñador por estos sueños
donde la tierra y el amor se dan la mano


   
 
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La vertiente


Oscura la vertiente
que ha guardado en espléndidos caminos
el agua enriquecida
en la noche fecunda en laberintos
pureza aquel espíritu
que gobierna los pasos redimidos
vertiente que te explayas
en praderas agrestes que han bebido
en rocío de gracia
la salud de tus cálidos abrigos
la fecunda cosecha
y el frutal que en los campos ha crecido
tu vital providencia
reverdece los tiempos que han sufrido
vertiente la del hombre
irradiando pacífico destino
capaz en la dolencia
de entregar su bonanza al torbellino
y soñando dar vida
se arriesga a conquistar lo que ha perdido


   
 
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Hermana creación


La hermana creación se ha develado
he visto sus destellos y su gloria
el agua en sus magníficos recintos
que regala su voz a nuestra sombra
la belleza creada se introduce
en el alma del hombre o en su prosa
en la fibra que busca ensimismada
desvelar su misterio entre sus rosas

en viva comunión el hombre puro
sintoniza en su ser con lo creado
y encuentra en la fragancia de sus pétalos
la respuesta que busca en tal regazo
sublime creación la que me invitas
a beber en el agua de tus lagos
viviente realidad la de tu estirpe
que engendra juventud entre mis años
dichosa la mirada que te escucha
y siente el esplendor de tu embarazo
pascual descubrimiento tu mensaje
contemplado en la paz que dan tus pasos
yo bendigo aquel seno que tejiera
en mística verdad tu fuerte trazo
admiro la grandeza de tus lirios

 
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y escuchando a los pájaros te canto




descubro en tu silencio la bebida
que alimenta mi sed en el espacio
y quiero despertar entre tus flores
el sol de tu salterio que descalzo
entono agradecido cuando busco
las huellas del autor de su milagro


   
 
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El sueño del labrador


Soy labrador de tierra virgen
la que genera aquella sed de la semilla
el sembrador que no se cansa
y entre los surcos va engendrando olas de vida
camino en pos de aquellos frutos
que en el cansancio de la siembra ya germinan
con la esperanza bulliciosa
de quien presiente la pradera florecida
soy labrador que va encendiendo
llamas de paz en el vergel del agua viva
y en la simiente que he sembrado
estoy gozando porque pude redimirla
de aquel espacio en que guardada
toda riqueza se mostraba oscurecida
tuve piedad en mi tarea
de tanta fuerza que encerrada se moría
busqué una muerte que fecunda
en cada surco con amor renacería
soy labrador que ha recogido
en una siembra la esperanza de otra cima
que en cada grano es cobijada
por la certeza inusitada de la espiga
feliz espiga que se entrega

 
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a dar calor a quien padece la sequía
alimentando su existencia
con aquel pan que al triturarse se hace harina


   
 
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Y soy semilla...


Soy la semilla en el calvario
aquella cumbre que redime la tragedia
soy la semilla que en su seno
quiere entregar aquel brillante que hay en ella
en el espíritu germina
y aunque pequeña se complace en esa siembra
en que el insigne labrador
derrama vida entre los cielos y la tierra
soy la semilla que llamada
a ser tirada entre los surcos hoy se apresta
a entregar vida en esa muerte
que le permite recrearse en la cosecha
al dar la sangre he comprendido
que ya no puedo redimir en otra senda
que sólo vivo cuando arriesgo
aunque ese riesgo me llevara hasta la hoguera
glorioso sol que me iluminas
eres el pan con que mis horas alimentas
agua que surges desde el cielo
te regocijas en bañar la sementera
tierra fecunda que me aguardas
yo te contemplo en lo escondido de tus venas


 
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flores del campo me acompañan
a embellecer mi propia vida que se entrega
cuando yo muera en propio surco


renacerá con hondo amor la vida nueva
que habrá surgido de mi seno
y entre la tierra y el calor su tiempo espera
dichoso germen que das vida
cuando la muerte en su conquista se apodera
de tu riqueza que reclama
fructificar en un andar que se renueva


   
 
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El dolor de la tarde


Sendero abandonado
convertido en frondoso laberinto
paloma que te duermes
y en tus alas se duermen tus desvelos
pelícano que anidas
a los hijos que habitan tus lagares
penumbra que me anuncias
el confuso misterio de la sombra
jardines del ocaso
sin matices que canten su armadura
estrellas alejándose
de la esfera perdida en sus diamantes
rocío de la tarde
que bautiza la noche cuando canta
veleros apacientan
su casa en el cobijo de algún puerto


   
 
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Atravesando el tiempo


Los tiempos de mi tiempo
recintos del panal que están sellados
dan gracias al artífice
por la vida frutal de tantos días
intentan laboriosos
contemplar el fulgor que humilde abeja
elabora en enjambre
y en perfume de miel se hace desvelo
pequeñas en su trazo
obreros que en el día no decrecen
las flores van libando
clausuran el trabajo que es la vida
no saben del aplauso
y su vuelo sencillo me recuerda
mi tiempo atravesado
por latente sendero guarecido


   
 
20
 

El silencio


Señor que en la espesura
me recuerdas destellos de tu gloria
Señor que en el silencio
revives tu palabra clamorosa
silencio es tu lenguaje
para hablar con los hombres que te invocan
silencio la nostalgia
de palabras y gestos de tu boca
silencio cuando hablas
y me hablas buscando lo que nombras
tu gracia esta callada
pero labra mi vida que desposas
silencio es tu misterio
tu presencia escondida en cada roca
espacio preferido
que escucha aquel sonido que provocas
yo callo en tu silencio
aguardando secretos de su rosa
contemplando horizontes
y soñando tu rostro que me implora
al mirar tu belleza
expresada con música en mis coplas
añorar tu palabra
y encontrar tu presencia en pobre choza

 
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yo vivo en el silencio
suspirando palabras que te evocan
adoro tu grandeza
y en silencio te canto humildes glosas


   
 
22
 

Sólo sé caminar...


Sólo sé caminar en el destello
de la noche que sueña con el día
sólo puedo aspirar con mis sandalias
escalar el sendero hacia la cima
nada encuentro perfecto en este suelo
sólo se descubrir huellas que anidan
en medio de la luz de la esperanza
que inunda en plena noche las espinas
la aridez que descalzo yo contemplo
me lleva a contemplar el agua viva
la difícil pendiente de mi senda
a buscar horizontes se resigna
aunque allá en lontananza haya observado
que la tierra cual ágil golondrina
es capaz de volar hondo trayecto
sin poder conquistar lo que adivina
sólo Dios el Autor de mi existencia
me puede apaciguar en hora esquiva
invitando a crecer en el deseo
de su rostro al que siempre me aproxima
y el deseo será colmado gozo
en el fin de la tarde de mi vida
en la plena visión del infinito
y en la paz de la eterna bienvenida

 
23
 







en la mano del Padre y su amor puro
que recibe mi andar y lo conquista
para luego morar en su posada
envuelto en las estrellas infinitas


   
 
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Sólo puedo vivir...


Sólo puedo vivir en el silencio
amparado en la sombra que no calla
musitar la salmodia repentina
evocando canciones de alabanza
sólo sé caminar en pastizales
aguardando destellos de una zarza
clamar entre penumbras vacilantes
contemplando aquel sol que no se cansa
camino nostalgioso por la vida
anhelando las voces que preclaras
anuncien que la aurora está naciendo
cuando muere la noche entre las llamas
que nacen en el día sin ocaso
ardiendo sin quemar ninguna rama
sólo puedo quedarme silencioso
respondiendo a senderos de esperanza
a preguntas cruciales de la vida
que pugna por bailar sublime danza
estoy vivo en la espera de esa vida
que en la muerte culmina su labranza
camino en la certeza de aquel día
que en la noche sembró toda ganancia
ya no sé caminar huellas de luz
mientras dure la noche y su cantata

 
25
 







pero sé que esperando al sol divino
las huellas de la noche no me cansan
ardiendo el corazón en noche oscura
por el brillo que aguarda en la nostalgia


   
 
26
 

Caminante de la vida


Vivo el sendero que me arropa
y entre las grietas va latiendo mi esperanza
cobijo el aire de su tiempo
que me permite respirar en la añoranza
itinerante yo desplazo
toda mi vida en acortar esa distancia
que me separa de la vida
cuando la vida que yo busco en la templanza
es la divina trascendencia
hecha de luz y hecha de paz en la nostalgia
yo soy feliz porque en la cima
de mi sendero está la gloria que no pasa
surco paciente entre las rocas
por la sublime vocación que me depara
esta existencia que palpita
divina sed del hacedor del agua mansa
canto suprema trayectoria
que me congrega a descubrirme en su morada
lloro la angustia que aprisiona
a mis hermanos que sin fe viven de espaldas
a mi Señor el Padre bueno
que me creara por llevarme hasta su casa


   
 
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La gloria del Señor...


La gloria del Señor es mi esperanza
su amor y su bondad me dan la fuerza
y en medio de la sombra de la noche
su mano providente es mi certeza
los hombres ofrecieron sus espaldas
al Señor Creador de la belleza
y se encuentran con puertas mundanales
la angustia y el dolor que los aqueja
negaron a su Dios que esta llamando
y endiosaron la frágil existencia
poniendo entre los ojos de su alma
los ídolos que muestran su ceguera
el mundo se debate vanamente
adorando creaturas de la tierra

el Señor que paciente está ofreciendo
su paz y su descanso allí en la gloria
reclama adoradores que proclamen
su nombre como artífice que obra
maravillas de gracia y de consuelo
que permiten ver luz entre las sombras
el Señor se complace en el humilde
y lo llama a vivir su propia historia
en dócil y en sencillo aprendizaje

 
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que clama adoración al que se postra
sólo Dios el caudal del agua pura
sólo Dios me conduce en cada costa
a beber en canales de alegría
y a comer las delicias que me otorga
sólo Dios en lo eterno da la vida
y su grande silencio nos asombra
no impone su magnífica estatura
pero ofrece su don en cada hora
nos dio la libertad para elegirlo
y aguarda la plegaria que le implora
es Padre y el amigo que se entrega
cuando el hombre descubre lo que añora
y decide vivir en su morada
donde enjuga los ojos del que llora


   
 
29
 

Escondido en el alma


Escondido en la cerca de mi alma
recibiendo celoso confidencias
aspiras a que viva entre las llamas
de tu amor que conquista toda senda
aunque intente mirar tus manantiales
y pudiera escuchar lo que me ruegas
aunque el bosque frondoso yo cruzara
y el frutal de tus montes yo comiera
es tu rostro Señor el que se expande
por decir a los hombres que navegan
la belleza que vive en tus entrañas
y no puedo alcanzar como quisiera
te veo y no te miro en tu misterio
escucho aquellas notas que tú elevas
me queda la inquietud de contemplarte
mas no puedo entenderte en mi pradera
sólo puedo gemir por esa patria
que promete segura tu presencia
hoy anhelo el camino de tus pasos
que marcaron tu vida con mi huella
y mañana tendré tu rostro vivo
en visión que clarísima y eterna
será abrazo del padre con sus hijos
rotas ya las cadenas de la tierra


   
 
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Voy contemplando


Voy contemplando aquellos pasos
con que el Señor me redimiera de la muerte
voy descubriendo en mis entrañas
aquel amor que me entregó su cuerpo inerte
viendo el dolor que crucifica
vivo encontrando en las heridas ramilletes
de luz divina y paz de cielo
que en el misterio de la gracia me sumerge
Jesús amigo de los hombres
hasta el final de su camino me estremece
sangre dolor y cruenta escena
son arduas rosas del jardín que allí florece
vivo el misterio de ese amor
hecho perdón y sanación que me enriquece
puedo abismarme en el espacio
donde su imagen en el cielo se aparece
viendo la dura encrucijada
y el alma ciega que en quebranto se oscurece
sé que Jesús en su agonía
un nuevo tiempo incomparable allí me ofrece
contemplo el sol que me ilumina
porque la aurora de la vida ya florece
no sé cantar acción de gracias
y me resuelvo a caminar donde amanece


   
 
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Yo busco ver...


Yo busco ver en la mañana
el esplendor del sol que alumbra el nuevo día
viviendo en gotas de rocío
y en el destello que me embarga cuando brillan
yo busco oír esas canciones
que me deleitan con su excelsa melodía
cuando los pájaros del bosque
van anunciando que la noche se hace día
yo quiero ser como los rayos,
del astro rey que va anunciando su salida
y que reposan en la sombra
para entibiar en su labor la senda fría
el sol conquista la mirada
de quienes viven aguardando la partida
que les ofrece la jornada
y exige espacio de labor y de osadía
el sol naciente nos invita
a ser la luz que se encamina al mediodía
para alumbrar en los abismos
y descubrir entre las nieves alta cima
en lo profundo de los ojos
la luz brillante con su ardor nos encandila
y en el destello que me envuelve
me está invitando a su interior que está en mi vida


   
 
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Quisiera descifrar...


Quisiera descifrar el ventisquero
y horadar en las rocas de la luna
sumergirme al abismo de los mares
y entrever los espacios en la bruma
poseer los contornos de las nubes
escalar la montaña hasta su altura
germinar en desierto cuya tierra
promete cosechar en agua pura
recrearme en el vuelo de los cóndores
que contempla bellezas que pululan
abrevar en la fuente de aquél río
que nace en cordillera y se bifurca
cosechar los frutales que padecen
regando con piedad su desventura
anclar en plena mar con esta barca
que navega en la luz de noche oscura
encontrar esa joya envejecida
que guarda la riqueza en su envoltura
juguetear con los peces en el agua
descubriendo su ritmo y su figura
transitar los senderos polvorientos
sin perder el sentido de la brújula
indagar el secreto de aquel hombre
que deambula en las horas que lo acucian

 
33
 







revelar el misterio que escondido
abriga al creador en su estatura
y alabar al Señor cuya presencia
es canto que proclama su hermosura


   
 
34
 

Misterio


Misterio que te escondes en la tierra
señalando vivencias en el cielo
misterio que revelas la existencia
de un proyecto de amor para mi anhelo
enciendes la esperanza dilatada
de beber en las aguas de tus vientos
cobijas en tu clara cercanía
al hombre que ha llorado su desvelo
misterio que apaciguas las angustias
y encierras los dolores en tu seno
contagiando divina compasión
en los hombres que viven de tu seno
dilata mis pupilas para verte
ensancha el corazón en este huerto
pues no sé descubrir tu luz preciosa
si no muestras mi senda con tu dedo
sublime la belleza de tu rostro
que no sé contemplar en mi velero
infinita la fuerza de tus manos
que pueden elevarme hasta tu cielo
bendita la bondad que me regalas
para ser de tu amor el pregonero


   
 
35
 

Añoro caminar


Albergo aromas en el monte
que son fragancia de madera aquilatada
vuelo en la luz de la belleza
que me regala tulipanes en su danza
vivo feliz cuando contemplo
aquel sendero que me lleva hasta su casa
corro detrás del agua pura
que en el arroyo se pasea en la nostalgia
sé caminar entre las piedras
aquel ropaje en que se viste la montaña
he descubierto laberintos
cuyo secreto se convierte en alabanza
vivo saliendo de mi techo
para encontrar otra riqueza en lontananza
y recreando mi camino
voy recobrando en las estrellas mi esperanza

soy el sendero recorrido
por quienes llegan a la costa de mi barca
quiero ser agua del sediento
y me complace redimirlo en la templanza
busco dar sombra al fatigado
que se estremece con la voz de la tonada
debo ser pan de mis hermanos

 
36
 


cuando se esmeran por subir en la quebrada




quiero ser monte al que ascendieran
quienes aguardan con sus ojos una patria
anhelo paz al que violento
llega al reposo en el jergón del agua mansa
quiero ser alma del que vive
desconociendo la riqueza de su alma
busco encontrar aquel tesoro
con que pudiera hacer feliz al que se llaga

yo necesito de la vida
entre penumbras y luciérnagas mezcladas
voy procurando el bien ajeno
donde mi vida encontrará su sed colmada
ya no hay dolor en quien se acerca
que yo no pueda compartir en mi posada
y en esa cruz que nos hermana
crece el amor crece la luz crece mi talla
yo quiero dar lo que no puedo

 
37
 


pero me acerco a compartir con quien me llama
también me llego a quien no sabe
que existen luces escondidas en su trama
quisiera dar fuego sagrado
a quienes buscan el calor de alguna llama
quiero salud para el enfermo
y ser el bálsamo que aguarda su mirada




ser la sonrisa del que llora
porque no puede asimilar la encrucijada
y dar confianza en toda pena
cuando los baches del camino se entrelazan
vivir la paz para ofrecerla
a quien padece la infeliz desesperanza

yo soy un pobre y no quisiera
desconocer al que en pobreza me reclama
juntos gemimos los pesares
juntos veremos los fulgores de la patria
Dios me alimenta con su vida

 
38
 


para que entregue su perfume a quienes ama

bendito el Padre de los cielos
cuyas bondades con amor él me regala


   
 
39
 

El fin de la jornada


Vivo el final de la jornada
agradeciendo a mi Señor por este día
él alimenta con sus dones
y se refleja su piedad hasta la sima
subo trepando hacia la altura
donde me ofrece el manantial del agua viva
entre quebradas voy soñando
con esa fuerza cuyo ser está en la cima
nada me impide recorrer
duros espacios de dolor en la porfía
y descubrir en la esperanza
aquella sede que me resguarda en la subida

corro veloz o voy despacio
pero camino sin cesar hasta la ría
donde me espera el alimento
el agua pura que descansa mi fatiga
sólo y descalzo voy buscando
el rosedal que no conoce mi retina
pero creyendo se dispone
a ver la luz en una meta que adivina
yo voy saltando entre las piedras
cuya rudeza mi propósito conquista
y al acercarme presuroso

 
40
 






siento esa paz donde mi alma se reclina
es el Espíritu quien mueve
el caminar del hombre frágil que se anima
a conquistar en tempestades
y a cobijarme en el amor que le dio vida
mientras se acorta la distancia
se intensifica en mi interior esa alegría
que da a los hombres fortaleza
y lo dispone a concluir su travesía


   
 
41
 

Las flores


La flor aquel anuncio de alegría
que descansa en espacios desiguales
reluce en el jardín donde es sembrada
y palpita en fragancia de rosales
la flor que don silvestre fue creada
conquista la pradera en que se expande
mostrando en su intención multicolores
bellezas que se inspiran en las artes
la flor que se deleita en la montaña
ilumina su verde cuando nace
se incrusta en la dureza de la roca
y prefiere abrigar crudo ropaje


las flores los adornos de la vida
invitan a gozar en su paisaje
ofreciendo un aroma de ilusiones
cuando el agua las baña en sus canales
la flor esa belleza de la tarde
que impulsa a contemplar en manantiales
la rica densidad de aquella vida
que crece en el amor que está en el valle


   
 
42
 

Gloriosa cruz


La cruz aquella gloria misteriosa
donde el Hijo venciera nuestra muerte
mi cruz aprisionada por su leño
prolonga el horizonte en que se yergue
el hombre redimido en el madero
se adhiere con amor al que se ofrece
con ansias de morir por dar la vida
en vida que se muere con la muerte
yo soy quien padeciendo la agonía
de vivir encarnado en cuerpo inerte
proyecta la riqueza del que vive
y entrego en redención mi propia muerte

la vida el escenario de la gloria
la muerte el espectáculo sangriento
rescata por las gotas que derrama
la vida que en la muerte vio su centro
el Señor de la vida está en la cima
atrayendo al mortal hasta su pecho
el que muere en amor muere de veras
y da al Padre con Cristo su desvelo
qué feliz esa vida que en la muerte
es capaz de pagar divino precio
en la cruenta pasión que ha restaurado

 
43
 







sublime la misión del hombre nuevo
no hay sendero nacido en el Tabor
que no lleve a sufrir horas del huerto
donde vive el Señor dilapidado
padeciendo el dolor que lleva adentro
por amor fue capaz de dar su vida
su palabra y su paz de misionero
por amor gustaré mi propia gloria
transportando la fuerza de sus vientos

y seré leño y pan itinerante
servidor de su voz y de su sueño


   
 
44
 

La tormenta


Ensimismado en la tormenta
busco llegar hasta la casa que me abriga
nacen los vientos entre ramas
y me golpean con las voces que suspiran
el horizonte se ha teñido
de nubarrones y relámpagos que brindan
esos temores penetrantes
que me producen estupor que el mar abriga
gotas de lluvia se convierten
en manantiales cuyas aguas me recitan
ese concierto de las horas
que va formando aquel caudal que precipita
rayos granizo y tempestad
son elocuentes expresiones de la cita
con la tormenta que se explaya
al iniciar aquella noche en que se agita
feliz el techo que se apiada
e invita al hombre a desandar sus propias cuitas
y la borrasca que en sus tientos
pudo en su noche regalar la paz perdida

en vendavales de la vida
tengo esa sed de los clamores de bonanza
busco encontrar en mi existencia

 
45
 






rayos de sol que en el destierro me descansan
el torbellino de los vientos
encuentra austero la espesura que se ablanda
y entre las aguas torrenciales
vivo la espera traducida en playa mansa
ya no hay torrentes para el hombre
que descubriera que su sol nunca se cansa
y brilla un faro transparente
que me genera la meseta en la montaña


   
 
46
 

Guardado en la noche


Señor que me guardaste en una noche
sin saber el misterio que escondía
Señor cuyos destellos no aparecen
y vivo en la nostalgia de otro día
tú sabes el sendero que me lleva
a gozar de tu amor y tu alegría
yo no entiendo las luces de tu sombra
no descubro palabras que me envías
sólo veo la oscura incertidumbre
sólo puedo clamar en mi osadía
por saber de tu plan y tus designios
que has querido ocultar en mi agonía
yo creo en tu poder y en tu bondad
y la fe que es oscura me adivina
no veo los reflejos de tu rostro
pero sé que me aguardas en tu vía
sólo piedras y espinas me acompañan
en la senda que oscura y muy sencilla
contiene los tesoros del encuentro
en honda intimidad que se aproxima
no puedo mi Señor como quisiera
escuchar de tus labios melodías
camino en desnudez y aletargado

 
47
 







esperando en confianza el nuevo día
no abandones al hijo que te ruega
y enciende con tu amor tu llama viva


   
 
48
 

El amor


I


Amar es el secreto de la vida
y amor aquel torrente que la crea
cosechando en recintos sapienciales
o enhebrando con gestos la existencia
en signos de perdón donde amanece
o en el surco en que busca quien lo encuentra
el amor el brillante más preciado
la fuente cristalina que alimenta
manantial de purísimas verdades
que quien sabe vivir las deletrea


el amor el deseo emancipado
que brinda su consuelo a quien tropieza
sirviendo con partículas de viento
a quien llora el dolor que lo atraviesa
germinar en el seno que prepara
su aposento sabiendo que alguien llega
ensayar la sonrisa esperanzada
al que vive en la angustia su tristeza
el amor la sublime creatura

 
49
 


es pasión, tendedura y luna nueva




II


amar es recrear en cada hermano
la existencia feliz y su reposo
él sabe conquistar para los hombres
el purísimo sol en cada sorbo
el altísimo instante del encuentro
que surge en el abrazo candoroso
el ansia de vivir hasta dar vida
aunque deba morir en el exordio
el camino pausado del prudente
y la senda que es luz del hombre solo


nada más que el amor vale la vida
si en la vida el amor es el tesoro
en el hombre que triste hubo llorado

 
50
 


el amor es el bálsamo sonoro
revive la pregunta en la creatura
por el sol que le diera tal decoro
por la paz engendrada en pleno vértigo
y el canto que diluye todo escollo
por las luces del día que pregonan
del amor la cosecha que yo imploro




III


por las noches que gimen su silencio
y recitan palabras en manojos
cubiertos por la sombra y las estrellas
pero expertos coreutas en su tono
yo vivo sencillez iluminante
palpando la belleza en que desbordo
que el amor desde siempre es esparcido
de raíz que fontal en Dios añoro


   
 
51
 

Peregrinaje


Celebro el caminar que dan mis pasos
cuando buscan correr la propia brecha
deleitando mis ojos en la nieve
guardada en las colinas que la cercan
alegrando el oído que aguzado
escucha las tonadas de una siembra
suspirando en la voz una nostalgia
por la clara visión de tu existencia
contemplando los cielos y su gloria
con la simple mirada de la tierra
peregrino anunciante de esperanza
que me indica la pura trascendencia
sólo busco la meta anticipada
que me lleva a la gloria que es eterna
peregrina mi alma en esa búsqueda
de encontrar el trigal de mi cosecha
añorando semillas de aquel reino
sembradas en los surcos de mi fiesta


peregrino feliz en la montaña
aunque cueste llegar hasta la cima
en el mar de profundas dimensiones
que en pequeña canoa me desliza

 
52
 







la bella creación es el encuentro
que busca recrear quien peregrina
con el mismo hacedor en sus destellos
donde expresa su música florida
peregrino a la hondura de mi alma
intentando escuchar su propia brisa
y encuentro su añoranza jubilosa
por la luz que aparece sumergida
peregrina aquel hombre que descansa
cuando cansa sus pies en la fatiga
por vivir contemplando y en sus pasos
la suprema visión que está en la cima


   
 
53
 

Mi Señor


No conozco al autor de la belleza
pero vivo cantando su alabanza
su voz la deposito en el silencio
su bondad la percibo en la mirada
camino por la tierra en plena búsqueda
y cobija mis pasos la esperanza
de encontrar el sendero que sinuoso
me lleva a recalar en la montaña
el Señor, mi Señor, el Dios de vida
lo conoce mi fe que lo reclama
no los ojos humanos aunque intenten
exponer sus pupilas en la danza
de aquel sol cuya vida se desliza
en medio de la sombra y su acechanza

yo sé que mi Señor está en la fiesta
mas no alcanzo a mirarlo en la distancia
no veo los rosales de su huerto
pero escucho la voz de su fragancia
no conozco sus pies pero camino
en huellas que denotan su prestancia
el canto de mi vida resplandece
al saber que su ser está en mi casa
no lo veo ni escucho su elocuencia

 
54
 







pero siento el ardor de su palabra
y anhelo aquel momento ya glorioso
de poder con los ojos de mi alma
ver mi rostro en el rostro de su esencia
y vivir para siempre en su alabanza


   
 
55
 

Mendigo y vagabundo


Caminando sin prisa va el mendigo
que busca descubrir un escenario
descalzo, con sandalias derruidas
y en ropaje que llora por su harapo
llevando su mochila improvisada
con humildes enseres en su brazo
él no puede correr porque está enfermo
y aunque sano prefiere andar despacio
no tiene alguna meta conocida
su sendero es la cima de sus pasos
no reclama derechos a su vida
ni pretende encontrar la luz de un rastro
humilde en su pobreza se desliza
y apacigua su sed en un establo

es alguien misterioso ante los hombres
y su propio misterio lleva en brazos
se alegra en la presencia del sustento
que recibe sereno en cada espacio
y apoyado en el palo de árbol seco
reconoce el perfil de su cayado
no encuentra compasión que lo detenga
ni transcurre buscando algún atajo
levanta su mirada hasta los cielos

 
56
 







y surge la esperanza de algún rayo
que ilumine su paso mortecino
devolviendo ilusión a su salario

aguarda la respuesta de algún hombre
que el cielo le regale alborozado


   
 
57
 

El sendero


Sendero silencioso de los montes
que conduce en el seno de la piedra
sabiendo de aquel límite que ofrece
y también del valor de su riqueza
bordeado de espinillos que punzantes
molestan el andar del que atraviesa
el monte cuya cima lo enamora
aunque deba llorar horas de prueba
sinuoso en la pendiente necesaria
ofrece con amor aquella meta
que disipa temores en la noche
y permite gozar de las estrellas

el humilde sendero se me entrega
con la luz que inundara su pureza
del intento sagrado que lo anima
a brindarse cual guía que me enseña
y sortear las quebradas infranqueables
o ríos caudalosos que atraviesa
él me lleva seguro aunque es muy pobre
a encontrar el tesoro que me espera
soy feliz caminando mi sendero
que me acerca a la casa que aletea
aguardando en mis pasos la llegada
que apacigüe la sed en mi represa


   
 
58
 

Sol en el desierto


Señor que te escondiste
en las horas oscuras del desierto
allí tú me encendiste
cual pétalos de un huerto
los faros que me allegan a tu puerto

tu voz se transfigura
cuando escucho latidos de tu esencia
arropas con ternura
en horas de inclemencia
la vida que reclama tu presencia

prodigas en torrente
manantiales de gracia inmerecida
que riega a quien silente
aguarda esa bebida
que recobra su fuerza empobrecida

tú brindas con tus manos
semillas que portando su riqueza
en tránsitos humanos
que lloran aspereza
dan la vida cual agua en la represa

 
59
 







le entregas tu consuelo
al hijo que te llama en su camino
es propio de tu anhelo
sanar al peregrino
y llevarlo a beber tu propio vino


   
 
60
 

En la noche


La noche gesta amaneceres
que se escondieron en las horas de vigilia
la noche entrega interrogantes
cuya respuesta dará luz al nuevo día
oscuras gotas de rocío
bañan simientes de la siembra sumergida
en los espacios que nocturnos
vibra llamando en la confianza la semilla
perla gloriosa la cosecha
del pensamiento que ha gestado nueva cita
y en dulce espera de su parto
es clamorosa aquella sed que lo fatiga
noche preciosa que resguardas
vivos tesoros de diamantes que vigilan
amaneceres que soleados
traigan fulgores que demuestren cuánto brillan
noche serena que algún monje
pudo rezar en las honduras que recita
oscura senda me conduce
por el augusto trajinar que se adivina
inmensa gloria las estrellas
permiten ver todo misterio en sus pupilas
clamo sediento de verdades
cuyas raíces en la sombra me iluminan

 
61
 


sigo entusiasta por la huella




en el misterio que la noche me desliza
y en el descanso que nocturno
me recupera de las horas aguerridas
encuentro paz y el horizonte
cuando en mi alma se sumerge la semilla
noche bendita la del hombre
que en su trayecto se apasiona por la cima


   
 
62
 

Camino entre los bosques


Camino solo entre los bosques
queriendo ver en el secreto de mi alma
y responder interrogantes
que me plantea la existencia apaciguada
el infinito del que vengo
no sabe hablar con el rumor de mis palabras
el breve tiempo de la tierra
corre veloz y su respuesta no me alcanza
son las estrellas en la noche
sólo destellos que me anuncian la alborada
la luz del día no ilumina
en su escondite los rincones de mi casa
en el andar de los arroyos
sólo percibo el corretear del agua mansa
el mar ofrece su grandeza
pero a preguntas de la vida sólo calla
el monte esgrime su estatura
y se reserva en el silencio su fachada
abrigo siempre interrogantes
y aquella sed que me impresiona no descansa

levanto rápido a los cielos
esa mirada que pretende una luz nueva
y en el azul del firmamento

 
63
 


encuentro el cielo que callado me recrea




yo necesito contemplar
el infinito cuyas voces aletean
en apariencia silencioso
pero en su esencia plenitud que me aconseja
debo mirar hasta perderme
en ese cielo magnitud que me atraviesa
el creador está en la cima
donde mis ojos no se posan en la tierra
en la mirada sobrehumana
se me permite contemplarlo en alta esfera
en el camino de la fe
veo surgir el corredor que se devela
y en la fe pura me descansa
el infinito que buceo en mi carrera

al encontrarlo allí escondido
yo sólo vivo su presencia misteriosa
aunque no sé mirar su rostro

 
64
 


puedo gozar en su misterio que desborda
y si no encuentro su sonido
logro escuchar que su palabra me desposa
ni mis oídos ni mis ojos
pueden beber en su belleza que rebosa
mi caminar siempre pequeño
nunca podría recalar en esa posta




en esa sed del infinito
que en este suelo sólo muestra sus alforjas
que dibujada en la creatura
me recupera con su luz desde la sombra
solo podré con luz eterna
ver al Señor en el recinto de su gloria


   
 
65
 

Vive el Señor


Vive el Señor en la esperanza
de que mis pasos se deslicen por su huella
llena mi alma de su gracia
con que yo pueda descubrirlo en sus estrellas
camino solo y vagabundo
por un desierto que me encierra en sus arenas
busco beber el agua pura
en esa sed que en mis labores se acrecienta
tan sólo el agua de la fuente
puede saciar con su caudal lo que me apena
la sombra ausente en el camino
en la confianza de tu casa se apacienta
el sol de estío abre sus rayos
y en esa savia de mis plantas da luz nueva
el frío arrecia en plena noche
pero yo sé que tu coraza no se aleja
camino envuelto en tu mirada
mientras recorro las espinas y las piedras
yo sé que el aire del sendero
aunque muy cálido es vapor que me alimenta
los matorrales dispersados
buscan los ojos que descubran su belleza
luce pequeño mi sendero
pero conduce en humildad con su elocuencia

 
66
 







toda mi vida es el camino
que entre las noches y los días se despliega
lleno de luces y de sombra
y esperanzado en el crepúsculo que espera


   
 
67
 

Día y noche


La noche va anunciando nueva aurora
y la vida se explaya taciturna
el sol que a los frutales alimenta
en la noche se envuelve en la espesura
el grito que es clamor de los que lloran
denuncia el caminar que se apresura
el que busca vivir en la esperanza
ve la luz que en el sol siempre perdura
senderos multiformes y diurnos
en la noche sumergen su figura
cantares animados por destellos
en oscuro sitial su voz murmuran
fragancia de jardines florecidos
reservan en la noche su agua pura
nevados ventisqueros deslumbrantes
no encuentran las miradas en su altura
sembradíos repletos de esperanza
se convierten en voces inseguras
el día es el cantar que me estremece
y la noche el silencio que me abruma
con el sol la semilla fue sembrada
y en la noche se ignora su estatura
pero el día quebranta silencioso

 
68
 







el dolor de la noche en su estructura
el día en sus labores ha sembrado
y la noche desarma su envoltura
la semilla arrojada en este día
en la noche al morir nace madura


   
 
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La vida clama


La vida clama por la vida
la noche entrega su nostalgia adormecida
el día vive su misterio
y cada hora entre ideales se perfila
toda existencia aquí se expande
entre las noches que se nutren en sus días
hallando tímida el camino
que le reserva el hacedor de toda vida
al caminar en el crepúsculo
da propia luz a quien concluye su partida
el renacer de cada aurora
busca brindar su plenitud a quien camina
y en el espacio azul celeste
los ojos puros en su esfera no vacilan
con la presencia de los vientos
surge el deseo de labrar la propia brisa
la cruz del sur nos va indicando
aquel camino de la cruz que me ilumina
el horizonte crea luces
que no descubre quien renuncia a tener vida
y se oscurece en su mutismo
cuando los ídolos del hoy a Dios marginan
el hombre vive la esperanza
si al ser llamado a florecer no se marchita

 
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y vive el gozo de los tiempos




que el creador me regalara al darme vida
sólo vivir es el secreto
de nuestro tiempo en esta tierra florecida
el corazón solo descansa
cuando el Señor es el semblante que lo habita


   
 
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En el ocaso


I


Detengo la mirada en el ocaso
aguardando vivir glorias del alba
encierro en el crepúsculo mi tiempo
y descanso bebiendo la jornada
contemplo el arrebol que vespertino
me induce a cobijarme en la velada
de noche que sin brillo se distiende
y proyecta verdades en el alma
escucho el cancionero de las aves
que declinan sus voces porque aguardan
descansar en su rama donde duermen
alentando conciertos del mañana
me detengo a mirar el astro rey
escondiendo su viva luminaria
y al lucero diciendo que la noche
comenzó a celebrar su marejada
observo que los vientos se detienen
enseñando la luz que ya se apaga
e invita la colmena laboriosa
al descanso en que el hombre se descalza
a rumiar los clamores de la tierra

 
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con estrellas que viven cuando danzan




II


renacen mis arpegios que en el día
brillaran como espejos en la escarcha
anochece la tarde estremecida
oscureciendo anhelos que decantan
las estrellas fugaces que se pierden
en oscuro telón que las delata
gemidos en la tarde se silencian
y contemplan la vida refugiada
la noche nos compendia su riqueza
en su espléndida tez de luminarias
que cantan con el brillo de su fuego
y absorben con su fuerza la mirada
de quien busca encontrar y se detiene
en la paz de la noche engalanada
la casa del poeta peregrino
que en sus cuerdas desata la palabra


   
 
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